#LIMEstories – CONOCE A BERTA, una educadora del proyecto piloto LIME en Madrid que trabaja con Pinardi desde hace 7 años.

5 octubre 2020

Escuchando a Berta contar al equipo de ALDA sobre su papel en Pinardi es imposible no ver en su cara la satisfacción que siente por su trabajo.

Le pedimos, por lo tanto, que nos contara más sobre el desarrollo del proyecto LIME y el impacto que tuvo tanto en los jóvenes participantes como en ella.

¿Podrías presentarnos a Pinardi y tu papel en el proyecto?

Pinardi es una entidad social salesiana que trabaja principalmente con los jóvenes, como enseñó su precursor Don Bosco. Las diferentes plataformas sociales siguen diferentes acciones: la parte socio-educativa se ocupa de los niños y jóvenes, ayudándoles en las actividades extraescolares; la parte de intervención social se ocupa de los jóvenes que necesitan protección internacional o de los que el mismo Pinardi es el tutor legal; y una parte dedicada al empleo donde se ocupa de la formación y de la integración laboral. «El proyecto LIME se encuentra entre las dos últimas áreas porque el joven que vive en nuestra comunidad también participa, junto con otros, en la parte de formación y búsqueda de empleo. Esto se debe a que Pinardi siempre trata de adoptar una atención integral a la persona, ayudándola en diversos aspectos de su vida».

Berta se encarga concretamente de coordinar todas las actividades de formación y de la relación con las empresas, gestionando las actividades que harían con los jóvenes. Berta nos dijo: «Mi papel es servir a los más necesitados».

¿Cómo puedea describir el ambiente en el aula entre los participantes y la relación entre ellos y vosotros como educadores?

Para participar en el proyecto, los migrantes debían tener un nivel de español A2 para poder seguir bien los cursos y participar en la parte de formación de habilidades personales. Sin embargo, a menudo sucedía que alguien no entendía algo. «Era muy agradable ver cómo se ayudaban mutuamente, traduciendo y explicando las cosas. Había un ambiente muy relajado en el que incluso los muchos jóvenes que no tenían una red social en España encontraban compañeros para pasar el tiempo fuera del aula».

De la misma manera se construyó una relación muy estrecha con los educadores. Los participantes sabían que podían contar con ellos también para problemas no relacionados directamente con el proyecto. Para ello «lo importante es hacerles sentir aceptados y acogerlos como si estuvieran en su casa. También había muchos jóvenes con dificultades psicológicas y era esencial tener esto en cuenta y ayudarlos de manera más específica».

¿Cuáles fueron las mayores dificultades que encontraste?

Pinardi trabaja desde hace años con un modelo muy similar al proyecto LIME en la formación para el trabajo y la coordinación con las empresas. Por esta razón, no hubo problemas con el proyecto. Sin embargo, el covid-19 obligó a interrumpir todas las actividades que se estaban realizando en forma presencial y transferirlas en línea. En sólo 15 días pudieron proporcionar todos los instrumentos para seguir los cursos, incluidos los de cocina, y trabajar en grupo, aunque por videoconferencia. Sin embargo, no fue fácil, porque no todos estaban dispuestos a participar de manera virtual y algunos tenían más dificultades.

A pesar de ello, Pinardi tenía una lista de espera de participantes que debían comenzar la formación y «era importante continuar, acogerlos y concienciarlos tanto de las medidas que se estaban tomando en España como del impacto de la situación en el mercado laboral en un país que vive principalmente del turismo y cuyo sector estaba en gran crisis».

Ahora el proyecto está casi terminado y el 30% de los jóvenes ya han encontrado empleo. Es un buen resultado si se considera la situación, pero sobre todo nos lo dijo Berta: «El 80% ha mejorado claramente su situación, ha aprovechado esta oportunidad y la ha utilizado para ser más autónomos. El 20% restante, sin embargo, necesita más tiempo. El proceso es siempre un proceso de doble sentido y por lo tanto requiere la voluntad de ambas partes».

¿Cómo te afecta el proyecto personalmente y qué consejos darías para mejorarlo?

«Mi trabajo es extremadamente gratificante. Además, escuchar sus historias y verlos seguir luchando y sonriendo te enseña mucho. La resistencia que tienen estos chicos es increíble», nos dijo Berta.

La educadora también nos habló del cambio que vio en los jóvenes participantes después de que conocieran a los voluntarios de algunas empresas. De hecho, Pinardi había organizado reuniones entre un participante y un voluntario para permitir un intercambio en sus respectivos caminos. «Ver a los jóvenes sentirse cómodos en el contacto con las empresas y ver las relaciones humanas que se construyeron entre ellos me dio una gran alegría. Al final de los encuentros estaban súper motivados!» Esto también demostró lo fundamental que es el trabajo conjunto de las asociaciones y empresas para generar un buen resultado para el proyecto.

Sin embargo, un aspecto en el que tendremos que seguir trabajando, nos dijo Berta, es la formación digital de los participantes. Aunque sean jóvenes y sepan utilizar los medios sociales, muchas veces no tienen los conocimientos necesarios para redactar un currículum o enviarlo de forma adecuada. Este será un aspecto clave para la continuación del proyecto LIME!

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